El pan, de una u otra forma, ha sido una de las principales formas de alimentarse para el hombre desde los tiempos más remotos.
El comercio de la panadería, entones, es una de las más antiguas de las artesanías del mundo. Panes y bollos se han encontrado incluso en las antiguas tumbas egipcias. En el Museo Británico de Egipto se puede ver en las galerías que se ha horneado pan hace más de 5.000 años atrás. También se exhiben granos de trigo maduros en las tumbas de los faraones. El trigo se ha encontrado en hoyos junto a los asentamientos humanos de hace 8.000 años. El mismo pan fermentado se menciona de hecho en la Biblia muchas veces. Los antiguos griegos y romanos conocían al pan como un alimento básico, incluso en aquellos días la gente debatía sobre si el pan blanco era mejor que el negro.
Más atrás en el tiempo, en la Edad de Piedra, la gente realizaba sólidas tortas de cebada y trigo triturados. Se ha encotnrado un molino para moler maíz que tiene una antigüedad de 7.500 años. La capacidad de sembrar y cosechar cereales puede ser una de las principales causas que condujeron al hombre a morar en comunidades, en lugar de vivir una vida errante de caza y pastoreo de ganado.
Según los botánicos, el trigo, la avena, la cebada y otros cereales pertenecen a la orden de las hierbas, nadie ha encontrado aún la forma de hierba silvestre de trigo de la que, tal como lo conocemos, se ha desarrollado. Al igual que la mayoría de las hierbas silvestres, las flores de los cereales poseen tanto elementos masculinos como femeninos.
Se podría decir que la civilización comenzó cuando el hombre descubrió en la antigüedad a aquellos alimentos que podían conservarse para los meses de invierno y que podían ser multiplicados durante el verano. Esto podía darle una seguridad a los hombres, permitiéndoles dar tiempo adicional que necesitaban para desarrollar otras habilidades útiles, además de la caza, pesca y pastoreo de ganado.
En la época del Antiguo Testamento, toda la evidencia apunta al hecho de que ya se elaboraba pan, se preparaba el grano, y se lo horneaba. Evidentemente fue primeramente un trabajo que quedaba en manos de las mujeres, sin embargo en los palacios y moradas de reyes, príncipes y grandes familias aristocráticas, la panadería era un deber de maestros especializados.
Las ruinas de Pompeya y otras ciudades ponen de manifiesto que las panaderías han existido desde los tiempos históricos. Hubo incluso panaderías públicas donde la gente más pobre podría comprar el pan listo y horneado.
En Roma se formó el Gremio de Panaderos alrededor del año 168 A.C.. Desde entonces, la industria comenzó a formarse como profesión. El gremio o colegio, no permitía a los hijos de los panaderos retirarse de ella y tomar otras rutas. Las panaderías de Roma gozaban en este período de privilegios especiales, puesto que eran los únicos artesanos que eran libres; el resto de los oficios era realizado por los esclavos.
Los miembros del Gremio les prohibió mezclarse con cómicos, gladiadores, ni asistir a los espectáculos en el anfiteatro para no ser contaminados por los vicios de la gente común. Evidentemente la panadería ocupaba un logar honrado y de estricta reglamentación. El Gremio de Panaderos perduró incluso hasta nuestros días.
A los griegos y los romanos les gustaba el pan blanco, el color es una de las principales pruebas de la calidad en los tiempos de Plinio (70 A.C.). Plinio escribió: "El trigo de Chipre es moreno y produce un pan oscuro, por lo que generalmente se mezcla con el trigo blanco de Alejandría".
En aquellos díuas hubo algunos panaderos que amasaban la harina con agua de mar para guardarse el precio de la sal. Plinio no aprobaba esta conducta.
Los romanos disfrutaban de varios tipos de pan, con interesantes nombres. Hubo "artolaganus", "speusticus". Hubo hornos panaderos. Había ricos panes con leche, huevos y mantequilla, pero por supuesto, eran sólo para los ricos y privilegiados. El gramático y filósofo egipcio Athanaeus, que vivió en el siglo III D.C. nos legó considerables conocimientos sobre la cocción del pan de aquellos días.
El escribió que los mejores panaderos fueron los de Fenicia o Lydia, y la mejor formulación del pan era de Capadocia. El nos da una lista de los tipos de pan común de su tiempo sin levadura, panes hechos con la mejor harina de trigo, panes hechos de grañones o centeno, y algunos de bellotas y mijo. Había demasiados panes horneados bonitos y crujientes en un hogar.
Los panaderos hicieron una mezcla de pan con queso, pero para los ricos el favorito siempre había sido el pan blanco de trigo.
En la Grecia antigua, existía gran rivalidad entre las ciudades sobre cuál producía el mejor pan. Atenas se cobró la corona de laurel, y el nombre de su más grande panadería, Thearion, se ha transmitido a través de los tiempos en los escritos de diversos autores. También la isla de Chipre tenía una muy buena reputación sobre su pan.
